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Channel: Cocina Costarricense
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arroz de maíz

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Como legado de las costumbres y tradiciones rurales de la Costa Rica de ayer, uno de los recuerdos más bonitos son las fiestas o ferias pueblerinas. Estos eventos populares donde se destacan las festividades de los Santos Patronos del lugar, o como causar para recaudar fondos a beneficio del bien comunal. Los turnos, es la expresión típica para tal acontecimiento.

Los turnos se hacen en las plazas principales, en un campo abierto donde se instalan los juegos. Ahora muchos mecánicos, pero antes eran más sencillos, como la bruja, el barrilito, las rifas de cáñamos, el bingo.  Se construyen ranchos de madera improvisados, con techos de paja, con ventas de plantas, animales domésticos, manualidades. Pero como punto resonante siempre está el galerón, el fogón, o el rancho de la cocina.
 El espacio donde se cocina ahí mismo. Todo a la leña y con el sabor rústico de las comidas, arroces, sopas, gallos de picadillos y todo el montón de antojos dulces. Por supuesto que cada lugar tiene su especialidad y en cada región varían sus platos y tradiciones. La zona norte de Costa Rica, en la provincia de Guanacaste sin duda su música y folclor las hacen muy especial. Ni que decir de la comida, donde grandes platillos se lucen con sello muy regional.
Uno de ellos es el arroz de maíz;  curiosamente no contiene arroz, sino que está elaborado a base de maíz cascado y quebrado, semejando los granos del arroz. Este combinado con pollo y caldo, le dan un sabor y presentación distintiva y lo hacen lucir entre la variedad de platillos. Para este plato se usa una variedad de maíz conocida como “cascado”, el cual se muele estando crudo, partiéndolo en una máquina o llevándolo al molino. Luego se deja reposando en agua todo un día.

Al día siguiente, se lava pero se conserva la primera agua en un recipiente aparte, y luego seguir colando el maíz molido, para sacarle el resto del agua y que quede con una textura parecida al arroz, al tiempo que se desecha el pellejo (o pluma) que suelta el maíz. Se lava y cuela varias veces, hasta que el agua sea más clara cada vez. Puede usar entre ½ y 1 kilo según la cantidad deseada.

Aparte se cocina 1 pollo entero (o bien 2 pechugas), con bastantes olores en su caldo. Cebolla, chile dulce, ajos, hierbas y especias. Cuando la carne está lista se retira y en el caldo colado se empieza a cocinar el maíz. A esta sopa que se está formando, se le van añadiendo unas 3 cabezas de ajo, pimienta y comino en grano, hojas de culantro de coyote, 2 de manteca blanca vegetal, 1 cebolla grande, 1 tomate picado, 1 zanahoria picada.
Importante es usar una cuchara de madera en todo momento e ir cocinando a fuego lento, cuidando que no se ahúme, de preferencia en cocina de leña. Mover ocasionalmente. Conforme el líquido se va secando, entonces se añade al agua reservada de lavar el maíz. Cuando ya el maíz está suave, se le agregan 2 cucharadas de manteca de cerdo y la carne desmenuzada.
Se deja hasta que alcance el punto de hervor. El “arroz” debe de quedar suave y acuoso, no seco. De ahí lo importante de usar el agua del maíz, que al final sella con su sabor la receta. Estará listo para servir, si a bien lo tienen se usa plátano (cuadrado), guineo o banano verde sancochado para acompañar este arroz. Una receta de antaño, con aroma y sello de la pampa guanacasteca. Que si bien aún se puede disfrutar en la Provincia, también podemos adaptarla e intentar prepararla en nuestras casas.

pan queque de cohombro

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El que tiene su cohombro, que se lo eche al hombro, dice un refrán por ahí. “Vos lo quisiste, vos te lo aguantás; quien hizo el cohombro, que lo lleve (cargue) al hombro!

Fruto también conocido Pepino del diablo, cojombro, cohombrillo o cohombro amargo, nombre vulgar de Ecballium ellaterium. Nace en plantas tipo enredadera y asemejan a un pepino grande. Cuando están verdes (de color rojizo siempre) se parte, se extrae las semillas y ya pelados se usa como si fuera ayote sazón (calabaza). Al madurar, adquiere un fuerte y dulce aroma, por lo que se usaba para aromatizar el ambiente en las casas. Así maduro, se saborea como fruto, en refrescos, postres.
 Aquí en el blog pueden encontrar otras recetas (ver sección etiquetas). Esta vez quise aprovechar su dulce pulpa madura y lo integré con los ingredientes para hacer un queque o tipo pan batido. En detalle requiere 1 y ½ taza de pulpa de cohombro, 2 tazas de harina, cernida con 3 cucharaditas de polvo de hornear, ½ taza de jugo de naranja (mejor natural), 1 barra de mantequilla (120gr), 1 taza de azúcar, 4 huevos separados, pizca de sal, vainilla 1 cucharadita.

La fruta se parte, se separan las semillas exprimiendo su jugo para conservar y unir con la parte interna madura que se saca con una cuchara. Se licua y se cuela para tener consistencia uniforme y se mezcla con el jugo de naranja.

Se cierne harina con el polvo de hornear. En la batidora se crema la mantequilla con el azúcar y sal y se van añadiendo una a la vez las yemas, seguido de harina, alternando con pulpa de frutas y vainilla.

Aparte se baten las claras a punto de nieve y se une a mano, en forma envolvente con la mezcla anterior. Pasar todo a un molde engrasado de mantequilla y enharinado, con capacidad para dejar crecer mientras se cocina. Pasar al horno (precalentado de 5 minutos), a 180° por 30 minutos o hasta que dore y se pruebe que el centro esté firme.
Retirar y dejar enfriar. El característico sabor de la fruta se mantiene, adquiere un color bastante sugestivo y es perfecto para acompañar el tiempo del café. 

budín al rompope

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Aprovechar el pan añejo siempre dio como resultado hacer un budín, al mezclarlo con leche, azúcar, huevos y mantequilla, así de simple, combinar todo y hornear.

Después cada quien le añade más a su antojo o lo que se tenga a mano. Fruta picada, pasas, semillas, puré de ayote, tamarindo, jugo naranja y esto y aquello.

Entre lo que tenía y lo que no había, eché mano de un paquete de mezcla en polvo para hacer rompope y dio como resultado este dorado budín (El rompope es una bebida también conocida como ponche de huevo, eggnog, pueden ver la receta tradicional EN ESTE ENLACE, pero en el mercado se adquiere una mezcla que tan solo se cocina con leche y al final se bate con molinillo, se le añade licor opcionalmente y ya estaría lista esta bebida).
 Requiere entonces poner a calentar 1 litro de leche con la mezcla y en el primer hervor se retira del fuego y se deja entibiar (puede usar 1 lata de leche evaporada y el resto leche común). Ahí mismo se añade 1 bollo de pan añejo en trozos, un poquito más de azúcar ¼ taza, vainilla, 2 cucharadas de mantequilla y 3 huevos batidos a mano.

Se pasa a un molde engrasado y se lleva al horno a temperatura media unos 40 minutos hasta que esté bien doradito y el centro esté firme. Por los componentes de la mezcla el color es dorado, como el mismo Flan y un sabor que así también lo recuerda.
Ahora bien, si no dispone de la mezcla en polvo, haga la receta normal del budín, remojando el pan en mitad leche y mitad rompope que venden listo en caja y tendrá un sabor muy especial. La textura es húmeda, bien sirve para acompañar el café o como postre.  

Recetas para dos

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Te acuerdas cuando tomaste la decisión de abrir tu blog? La aventura de empezar a escribir sobre lo que cocinas en tu casa, la magia que pones en cada plato y traducirlo en una fotografía, para luego publicarlo en tu sitio personal?

Aquella receta que conservas en un papel, un cuaderno, la que inventaste, la otra que viste en un programa y la que leíste en la red. Todos tenemos ese momento especial, de alegría, temor, incertidumbre, pero de mucha emoción cuando iniciamos. Así algunos de nosotros ya celebramos nuestro primer aniversario, otros ya nos sentimos más maduritos cuando hemos sobrevivido 4 y aún así la emoción siempre sucede, al ver respuestas y comentarios de los seguidores.

Ahora nace el blog “RECETAS PARA DOS”, un espacio de mi buena amiga Vannesa, que como ella misma presenta: “les comparto recetas de chefs de los que soy seguidora y de libros de cocina con recetas específicas que me interesan, pero que por lo general son para 6, 8 ó más comensales. Las familias modernas están compuestas por uno o dos miembros, por esa razón las adapto a mis necesidades. Aquí encontrarán recetas que interpreto con mi toque personal, modificando cantidades y reemplazando algún ingrediente. Tal vez encuentren que son un poquito más elaboradas, son recetas que cocino los días domingos, es una costumbre que me inculcaron desde niña como un premio; un día en el que hay más tiempo y porque es “lo que se come los domingos en el cielo”. 
 Les invito a conocer y hacerse seguidores de su blog. Donde van a encontrar opciones especiales, pero muy accesibles, como unos wraps- burritos, rellenos de fajitas de pollo a la naranja, con cebolla y PIPA caramelizada, con una mayonesa de zanahoria!!

Podrán conocer sobre las tortitas de maíz dulce, un platanito en salsa de tomate y otras delicadas recetas. Se los comparto con conocimiento de causa, pues como muchos, simplemente conservamos la fotos, y ahora da sus primeros pasos en la blogosfera y sé que sus ideas son bastante buenas. 
Gracias por darle su  apoyo a Vannesa, aprender y saborear de lo que nos comparte en su menú celestial. Saludos a todos amigos!

pitanga en almíbar

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La Pitanga, esa pequeñita fruta (Eugenia uniflora), conocida como ñangapiry, capulí, pitanga, grosella o cereza de Cayena es un árbol pequeño o arbusto neotropical de la familia de las mirtáceas, tiene un sabor muy propio y casi que solo bien madura sabe bien. Es muy generoso, fácil de “pegar hijos”: de sus propias semillas, se ponen a germinar sobre macetas con tierra y a poquitos va creciendo la planta. Luego se transplanta a tierra firme y se deja crecer tanto como se guste.

Así nació el que tengo en mi casa, como un arbolito de jardín, que cuando está en cosecha parece navideño, con sus luces de colores. Curiosamente no todos maduran al mismo tiempo, entonces se disfruta el espectáculo de verlo florecer paulatinamente, ver crecer los frutos verdes, como cambian su tonalidad de amarillo, anaranjado hasta llegar el rojo en su madurez y dulzura de sabor. Sí se deja, alcanza altos tamaños y se hacen muy frondosos. 

 No es una fruta completamente dulce pues se combina con algo entre amargo y ácido. Así que solo las rojas saben mejor. Pero cada quien puede encontrarle el gusto para saborearla como fruta fresca o bien hacer esta receta.

El almíbar es muy fácil de hacer y en solo minutos lo tendremos listo, la receta clásica indica 1 taza de azúcar y 1 taza de agua, colocar los ingredientes en una olla, disolver el azúcar en el agua y llevar al fuego mediano por unos 15 minutos. Lo importante es no dejar de remover, porque de lo contrario se puede caramelizar y no servirá, dejar hasta que tome la consistencia espesa.

Se le puede añadir el jugo de 1 limón ácido, 1 cuchara de licor, sirope de cola o 2 gotas de colorante rojo vegetal. Añadir 2 tazas de pitangas bien lavadas y dejar que alcance el hervor y se tome del sabor del almíbar.
Puede servirse tibio y si le pone helados encima, las temperaturas crean una obra artística en su plato. 

 O bien lo disfruta ya frío, sola o también con helados como un completo postre refrescante. 

berenjena rellena

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Como les había comentado antes, siempre me gustó visualmente la berenjena. Su color, el brillo y forma. Siempre la visualicé en un centro de mesa. Más por la mala experiencia de probar un par de recetas servidas, la había marcado como ajena a mi cocina.
Luego dándole una nueva oportunidad, con el Ratatoille, redescubrí un buen sabor y eso mismo me llevo a prepararla en lasaña, pastel y dips. Ya sé como manejar su textura, su sabor y disfrutarla al saber que tiene un sabor propio, con ese toque de amargo que también lo tienen otras cosas, como las hojas de mostaza, flor de itabo, la toronja.

Así que a veces me antojo y me llevo un par entre mis compras. Algo sale con ellas; y aquí vine a dar con esta receta, sacada entre lo que tenía y lo que necesitaba gastar.
 Haga líneas con un pelador de verdura sobre la cáscara de 2 berenjenas enteras. No pelar completamente. Partir a la mitad conservando el tallo de unión para que sostengan su forma. Haga unas incisiones al centro de cada mitad y mantenga en agua salada unos 10 minutos. Escurra y saque con 1 cuchara las semillas del centro formando canastas.

Entonces rellénelas a su gusto, yo usé un picadillo de plátano con carne que tenía, pero puede rellenar con solo carne molida cocinada, trocitos de pollo, embutidos o con lo que tenga por ahí y que considere funcione como relleno.
Cubra con salsa de tomate preparada (tipo chunky que tiene un grado de picante), bañe con un poquito de queso mozarella, póngalas en un molde forrado de papel aluminio y lleve al horno hasta que el queso se gratine.  
Al final se sirven las mitades y les cuento que sabe como a pizza, como a pastel, como a invento que sí funcionó! 

picadillo rábano y repollo

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El conocido rábano es una planta que se caracteriza por el consumo de sus ricas raíces. Tradicionalmente lo usamos en ensalada, pero también se usa en recetas calientes, o como acompañante de sopas. Tiene un gran aporte de vitamina C y una consiguiente una acción antioxidante y beneficiosa para la formación de dientes, huesos, y aumento de los glóbulos rojos. Asimismo, también destaca un alto contenido en fibra, muy favorable para el sistema digestivo, el tránsito intestinal y también para sentir sensación de saciedad.

La primera vez que probé un picadillo fue con carne (VER RECETA), me sorprendió y me gustó mucho su sabor. Una vez que la puse en práctica pues me di mi propia autorización para modificarlo. Así entonces lo hice con chorizo (RECETA) con un buen resultado. Por igual es importante destacar que las hojas tiernas también se pueden usar en diferentes preparaciones. (Aquí una receta mía).

Cuando voy a la feria y encuentro esa variedad pequeñitos como bolinchas, pues de inmediato los visualizo en una ensalada. Pero los largos, esos mismos que se usaban para remedio de la garganta, esos son los mejores para hacer picadillo. Entre lo que se sabe y lo que uno puede dar rienda y aprovechar el resto de ingredientes, hice este otro picadillo añadiendo el repollo, igual que se añade a un chop suey, sopas y más, siendo algo así como una ensalada caliente. 
Requiere de un unos 6 rábanos grandes, lavados y rallados con todo y cáscara; 1 repollo tierno pequeño rallado fino y unos 500 gramos (1/2 kilo) de chorizo (puede usar carne molida o soya), achiote, sal y condimento al gusto.


En una olla sofría el chorizo sin la tripa, que se vaya cocinando en su propia grasa, mueva constantemente, añada 1 cucharadita de achiote e incorpore primero el rábano, deje unos minutos como a sudar, que se ablande y luego añada el repollo. Mezcle bien y añada sal, condimento o pimienta si lo considera en este momento. Apague el fuego y deje unos minutos tapado.
Ya después lo puede disfrutar servido en tortillas, o como complemento de su comida. 

ceviche de palmito

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El palmito también conocido como chonta o jebato,  es un producto alimenticio obtenido del cogollo de varias especies de palmera. En Costa Rica se obtiene de la variedad del pejibaye, que produce varios tallos y por consiguiente, puede extraerse de ellas mayor cantidad de palmitos. Se extrae del cogollo tierno ubicado al cabo del estípite de la palma, formado por hojas aún inmaduras, del cual se elimina la corteza y las capas fibrosas y duras de su interior. Es de color blanco, textura suave y flexible, rico en fibras. Sólo en la parte más fresca del brote el cogollo resulta comestible.
Cynthia Díaz para Cocina Costarricense
Los cogollos tiernos se compran fácilmente en las ferias del Agricultor en Costa Rica. Simplemente se ponen a cocinar con agua y sal hasta que suavicen algo más, se escurren y están listos para usar en diferentes recetas. También la industria los procesa y se ofrecen enlatados con un líquido de conserva. Es uno de los productos de exportación.

Fácilmente se añaden en ensaladas, se ofrecen como opción para picar, para hacer dips, picadillos. Una de las recetas más tradicionales es el ARROZ CON PALMITO, donde puede mezclarse con espárragos, hongos y donde se luce el queso.

Por otro lado,  el ceviche que se elabora a partir de pescado, camarones o mariscos “cocinado” en jugo de limón, también se luce en nuestro país y arrastramos el nombre al seguir la receta sustituyendo el pescado por alguna fruta o vegetal. Es así como la combinación del palmito en la preparación del ceviche viene a dar con esta receta.

Necesita 1 frasco de 1 kg de palmito en trozos (escurrido), 2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen, 4 cucharadas de salsa de tomate (ketchup), 1 cucharada de mostaza, 1 cebolla morada partida en pluma, 1 chile jalapeño sin semillas picadito (opcional), ½ taza de culantro picado, ½ taza de apio tierno picado, 1 taza de jugo de naranja natural, 1 taza de jugo de limón natural, sal y pimienta al gusto.


Ceviche (fuente)
Coloque el palmito en rodajas en un tazón, báñelo con el jugo de limón, el jugo de naranja, agregue la cebolla, el culantro, perejil, la mostaza, la salsa de tomate y el jalapeño. Salpimentar al gusto e incorporar el aceite de oliva. Lleve tapado a refrigeración al menos 1 hora para que se ponga frío y sirva con patacones o yuca frita. Cítricamente una delicia. 

queque de natilla

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La “natilla” en Costa Rica es lo que se conoce como crema ácida o nata en otros lugares (sour cream). Este queque esponjoso puede parecer común, tan solo que predomina la natilla dentro del mismo.
Fotografía 
Requiere 4 huevos, 2 tazas de harina, 1 taza de azúcar (o sustituto), 1 y ½ taza de natilla, ¾ de barra de mantequilla (90gr), 1 cucharadita de bicarbonato, 1 cucharadita de levadura en polvo instantánea, ½ taza extra de natilla y ½ taza de queso maduro rallado (seco, que no sea tierno pues tiene mucho suero).

En un tazón poner la mantequilla suavizada (apenas 5 segundos del microondas), junto con la natilla, ¾ de taza del azúcar y los huevos. Batir bien y añadir harina cernida con bicarbonato y levadura. Mezclar hasta que tener una masa pareja sin grumos. Pasar esta mezcla a un molde engrasado. 

Aparte se mezcla el resto del azúcar, con el queso y la ½ taza extra de natilla y se cubre sobre la mezcla en el molde.


Llevar al horno previamente precalentado a 180º, durante 45 o 50 minutos, hasta que el centro esté firme. Dejar enfriar antes de desmoldar. 

pollo violado

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Algunas recetas tienen connotaciones medias trágicas, pero algunas parece que en la tragedia salen buenos resultados. Esta receta, que no es típica de Costa Rica, parece que procede de México, pero  también se adapta a cualquier región donde haya un pollo y 1 lata de cerveza!

Secuestre un pollo entero. Adóbelo con sal, ajos majados, salsa inglesa, jugo de naranja natural, pizca de mostaza, condimentos a su gusto, hierbas secas, un toquecito de aceite, en fin como a usted le guste. Encarcélelo dentro de una bolsa plástica bien cerrada y téngalo por lo menos 3 horas. Ojalá desde el día anterior.

 Llegado el momento, abra 1 lata de cerveza, saque 1 poquito (tómeselo usted) y añada 1 cucharada de salsa inglesa dentro de la misma lata. Ahora sí, use un molde para horno como base para el acto. Ponga la cerveza abierta en la bandeja y siente al pollo encima de la lata.

Abrácelo con papel aluminio y métalo al horno a 300°F (150°C) por unos 50 minutos. Libérelo del papel, acuéstelo sobre la misma bandeja y deje que se dore por unos 10 minutos más. 


Para entonces el pollo en su sofoque absorbió la cerveza, dejando una carne suave y jugosa! Sírvalo como plato principal, acompañe de arroz, papas asadas, una ensalada, con tortillas. 

También podría cocinarse en la parrilla, si es de las que tiene tapa, puede retirar el papel aluminio en unos 30 minutos, pues podría cocinarse más rápido. 

queque de guayaba

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Las guayabas se lucen en cosecha en Costa Rica a cada rato. Y de saborearlas como fruta fresca, también la usamos en refresco o la típica jalea.  Aquí una sugerencia para hacer este queque o pan como lo quiera ver. 
 Requiere de 1 taza de jalea o mermelada de guayaba que se pone a calentar con 2 cucharadas de agua, apenas tibia, 1 cajita de queso crema (1 taza/ 220gr), 1 barra de mantequilla suave (110 gr, 1/2 taza aprx), 1 taza de azúcar (puede usar azúcar morena o sustituto al gusto), 2 huevos, ½ taza de leche, 2 y ½ taza de harina, cernida con 1 cucharadita de polvo de hornear,  1 cucharadita de bicarbonato y una pizca de sal.
Fotografía 
Bata los huevos junto con la mantequilla, el queso y el azúcar hasta obtener una mezcla ligera y esponjosa. Seguir batiendo y poco a poco añadir el resto de los ingredientes y de último la jalea de guayabas. Pasar todo a un molde engrasado y enharinado y llevar al horno precalentado a 180ºC y cocinar durante unos  40 minutos, o hasta que el centro esté firme (prueba del palito seco). Puede decorar con más jalea o trocitos de fruta y a disfrutar. 

sopa blanca de frijoles

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El frijol es una leguminosa, cuyo grano es fuente de alimentación rico en proteínas e ingrediente básico, junto al arroz, en la dieta de la gran mayoría de población de bajos recursos económicos. Las diversas variedades de tamaño, color y sabor hacen que cada uno sea muy versátil en la elaboración de recetas.
Una de las más clásicas, son los frijoles frescos servidos como sopa, acompañada de plátano verde, cocinado en el mismo caldo de los frijoles y servidos con huevo duro (ver receta). Algo más elaborado es la típica “SOPA NEGRA”, que resulta del mismo proceso de cocinar frijoles negros, licuar una parte, preparar una salsa de tomate y servir también con guineos y huevo duro.  
Sopa NEGRA
Por lo general cuando vemos recetas en la web, terminamos ajustando según nuestros ingredientes, de lo que se dispone, o de lo que consideramos sería a nuestro gusto, a mi manera como dicen muchos. A veces en esa prueba, también surgen ideas y ocurrencias. Así caí en razón de creer que si la sopa es “negra” por tener frijoles negros, entonces si usan blancos, será una “sopa blanca”.

Considerando que el frijol blanco es más suave al cocinar, requiere menos tiempo para dejar en reposo con agua un par de horas antes. Luego se lavan bien, se ponen a cocinar en agua suficiente para tapar, se añade ramita de orégano, tallo de apio, ajos, cebolla, chile dulce, tomillo, un poquito de sal y algún condimento extra si así lo decide. Se puede hace en olla de presión por apenas 10 minutos, o en forma convencional vigilando el grado de cocimiento del frijol, hasta suavizar al gusto.
Luego se puede servir como una sopa. Un poquito de frijol, algo del caldo y se le complementa con guineos cocinados aparte, con cáscara y una ranura en la misma, e integrando un chorrito de leche en el agua una vez que empieza a hervir para que cuando se pelen los guineos mantenga un color más claro. También se acompaña con huevo duro, arroz blanco, aguacate, tortillas y la clásica “picadura de olores” Es decir, cebolla, chile dulce, culantro, sal y jugo de limón. Otra opción sería licuar una taza de los frijoles y volver añadir a la sopa, para que de un tipo de crema en el caldo. 
No es negra, es blanca, lo mismo pero diferente! 

tortas de frijoles

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El asunto de cocinar frijoles, requiere también de cuidado. Se sabe que cada vez que se manipulan hay que usar una cuchara limpia, pues de lo contrario fácilmente se contaminan y se "malean" dice la gente. Otra indicación es hervirlos cada día mientras estén en la olla. O bien refrigerar en recipientes separados y usar solo los requeridos. Otros prefieren congelar porciones en bolsa plástica o tazas e ir usando según se requiera. 
Los frijoles "frescos", recién hechos, son muy ricos, con su caldo. Negros, rojos, blancos, leguminosas y granos en general funcionan bastante parecido. Y si se cocinan sin ingredientes extras, sobre todo carnes, pues las opciones para usarlos siempre estarán disponibles. 

Para aprovechar los frijoles que van quedando, se pueden preparar tortas, que funcionan muy bien en la alternativa vegetariana para rellenar hamburguesas. Ya sea tortas de berenjena o éstas se ajustan muy bien a esta idea.. De los que sobraron de la  “sopa blanca” que recién publiqué, decidí hacer estas tortas, que funcionan como relleno de una hamburguesa vegetariana, o para completar cualquier comida. Igual aplica a cualquier frijol o leguminosa.
 Se majan con tenedor unas 2 tazas de frijoles fríos y escurridos, PERO NO en puré, que se vean algo de sus granos. Se le añade ½ taza de queso blanco rallado, 1 huevo entero, 1 cucharada de harina de maíz, pizca de sal o condimento al gusto y se mezclan todos los ingredientes. Forme tortas con las manos, páselas por pan molido y fría en aceite caliente a dorar por ambos lados.
tortas con "olores"
Otra opción es añadir lo que en Costa Rica denominados “olores” (cebolla, chile dulce, culantro) todo picadito. Si lo prefiere puede cristalizar con aceite en un sartén, o bien si le gusta que predomine el sabor de los mismos, añádalos crudos en la mezcla de los frijoles, antes de formar las tortas. Fácil y rápido y así terminamos de utilizar nuestros alimentos de formas diferentes. 

atol de guapinol

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El guapinol (Hymenaea courbaril), crece desde México hasta la cuenca del Amazonas, pasando por todas las islas de Las Antillas y por supuesto que está presente en nuestra Costa Rica. Como uno de esos frutos alimenticios y diferentes por su polvo amarillento y cáscara dura. El mismo árbol responsable de las acumulaciones endurecidas de resina fosilizada, llamada  “Ámbar”,  que no es un mineral. El ámbar es la única piedra preciosa y semi-preciosa de origen vegetal. 

Ya había hecho una entrada anterior de información general (VER AQUÍ) y cómo se utilizaba en época de los Abuelos como refresco y bebida alimenticia (ver recetas). Como un aporte más de esta misma línea, les ofrezco esta versión de Atol que se disfruta como postre. Sencillo y nutritivo.

Se parten unas 10 frutas, se elimina la cáscara y se extrae el polvo de cada semilla. Cuando ya no sea fácil desprender esa harina, se ponen las semillas en una taza con un poquito de agua, se frotan para terminar de sacar su contenido. Esta agua junto con el resto de harina, se combina en la licuadora con 2 taza de leche y 3 cucharadas de azúcar. (Opcionalmente puede añadir canela en polvo o vainilla al gusto).

Luego se pasa a una olla y se lleva al calor hasta que hierva. En ese momento se baja a fuego medio y se le añade 1 taza de leche mezclada con 3 cucharadas de maicena (fécula de maíz), se mueve ojalá con cuchara de madera hasta que espese el atol.

Se disfruta tibio, que en lo personal me parece una mejor opción. Pero si el gusto lo amerita también se puede tomar ya frio como una bebida espesa. 

pan de banano oreo

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El tradicional pan de banano, receta fácil, práctica, económica y de buen gusto,   puede tomar un aire diferente para celebrar una ocasión especial. En este caso les invito a prepararlo para acompañar el café en el día del Padre. El detalle que lo hará diferente, es añadirle galletas “oreo” y besitos de chocolate!.

Requiere 1 barra de mantequilla suave (120gr), 1 taza de azúcar blanca, 2 huevos, 2 tazas de harina de trigo, 2 cucharaditas de polvo de hornear (royal), ½ cucharadita de bicarbonato, 1 pizca de sal, 1 taza de bananos maduros en puré, ½ taza de leche , 1 onza de licor de chocolate*, 1 cucharada de vainilla, 1 cucharada de cacao en polvo, ½ cucharadita de canela en polvo, ½ taza de chispas (besitos) de chocolate dulce y 1 taza galletas oreo quebradas.  Leche condensada y más galletas para decorar.
Primero cernir los ingredientes secos, harina, sal, canela, cacao, bicarbonato y polvo de hornear. Aparte mezcle el puré de banano, vainilla, leche y licor* (opcional)

En la batidora se crema la mantequilla con el azúcar hasta tener una pasta suave, se añaden los huevos y luego se van adicionando en forma alterna el puré y los ingredientes secos. Quiebre con la mano las galletas oreo, páselas por harina e integre en forma manual, envolvente a la mezcla y pase a un molde engrasado y enharinado. Antes de introducir al horno, deje caer las chispas de chocolate y lleve al horno precalentado, por unos 50 minutos a 350°C (temperatura media), hasta que el centro esté cocinado, comprobando con palillo de madera o cuchillo, si al punzarlo sale limpio.

Deje refrescar antes de desmoldar. Decore con más galletas y/o bañe con leche condensada en forma de chorro. Feliz día a todos los Padres. 
También puede prepararlo en recipientes pequeños que se lucen muy bien! 

chicha de pejibaye

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El pejibaye es el fruto de una palmera. Quizá la de mayor auge en la historia de América precolombina; siendo el principal ingrediente de los Amerindios del trópico húmedo y de algunas zonas en el seco. El uso que se le daba a este fruto era muy completo. Desde la base de la palma, su tronco y espinas para armas y artesanías, su interior comestible (palmito) y claro está el fruto, que se cocina en agua y se puede comer caliente; o bien una vez cocinado sirve de base como refresco natural o se deja fermentar, convirtiéndose en la típica Chicha. Se le conoce a este fruto como Pejibaye en Costa Rica, chantaduro (Colombia, Ecuador), pijuayo (Perú), pijiguao (Venezuela), tembé (Bolivia), pibá (Panamá), cachipay (Colombia); portugués: pupunha (Brasil); inglés: peach palm (Trinidad y Tabago).  
El señor  J.Mora Urpí, de la Escuela de Biología de la UCR, en ESTE ARTICULO publicado menciona que “su empleo en épocas precolombinas fue integral. El fruto, su producto más importante, era utilizado de dos maneras: cocinado, hirviéndolo en agua; y como refresco, ligeramente fermentado. En ambas formas, constituía el alimento básico durante la época de cosecha en las mancomunidades indígenas que lo cultivaban. Para su consumo fuera de estación era conservado principalmente como ensilado, preparado en forma muy semejante a como hoy día se hace con los forrajes en silos de trinchera, almacenándolo en hoyos hechos en el suelo. Un mes después de sellado estaba listo para su consumo o se podía conservar hasta la próxima cosecha. Este material, fermentado, se consumía en forma de refresco mezclándolo con agua
Además, permitía ser acarreado envuelto en hojas durante los viajes y sólo bastaba diluirlo en agua para consumirlo. Otra forma de conservación importante se conseguía secando los frutos, exponiéndolos al calor y al humo, colocándolos después en esteras suspendidas sobre el fogón. Para su consumo tan sólo había que hervirlos después en agua. También se consumía preparando tortillas con su masa, tal como se hace con el maíz, o como farinha.
 El aceite que se separa al hervir los frutos, era utilizado ocasionalmente para cocinar otros alimentos. La fermentación prolongada —ocho días— permitía preparar una bebida alcohólica o chicha, utilizada para celebrar festividades. Así, el fruto del pejibaye constituyó una fuente básica de energía, supliendo las funciones y usos que desempeñan los granos en otras culturas. Significó muy especialmente un sustituto del maíz, al que supera en valor nutritivo”. 

Personalmente sé que en la región indígena de Turrialba, Cartago, se muele el pejibaye usando una piedra y esto se mezcla con banano maduro majado que aporta el dulce y espesa la bebida al combinarse con agua.


Otra forma simple para preparar la chicha es moliendo el pejibaye cocinado, usando una moledora de maíz, para formar un tipo de harina. Aparte se mezcla agua y azúcar y se pone al fuego, cuando se disuelve el dulce se integra el pejibaye y se mueve. Luego se quita del fuego, se tapa con una tela y se deja a temperatura ambiente al menos 1 día completo. Entre más días permanezca en reposo más “chichoso” se pone. No se le agrega hielo. Si se quiere frío, una vez listo el nivel deseado, se embasa en botellas y se mantiene cerrado en refrigeración. 

queque flan atrapa maridos

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Hace poco conocí el blog Cuchara por cuchara (De colher pra colher), de los hermanos del Sur en Brasil. Ahí se lucen exquisitas recetas con todo el sabor carioca y con el calor apasionado de la cuchara que hacen sus colaboradores. Una de las cosas llamativas, es que no solo se centran en la receta puramente, sino que en el mejor de los casos se acompaña de una rica historia.

Es así como me deleité con la este simpático “Bolo Pega Marido” o Bolo Engorda Marido...! en el cual se relata que una mujer tenía un marido tan flaco, y ella como buena esposa con el objetivo de mantener su matrimonio hacía este pastel para su señor. Con el tiempo el Sr pues lógicamente empezó a engordar, volviéndose más “hermoso”, haciendo realidad el dicho que al “amor se atrapa por el estómago”.

La verdad es que es un postre delicioso. Es un flan con una presentación y consistencia de queque (torta), aunque personalmente siento que es como un budín con apariencia de flan. Seguí la receta y sus instrucciones y logré disfrutarlo y creo que también estoy de pronto más “guapo”! El detalle que destaca es que se usa la misma medida para sus ingredientes, una lata vacía de leche condensada (o intenten en sus aproximaciones).
 Simple. Requiere para la base de 1 lata de leche condensada, 1 lata de leche común (300 ml), 1 lata de harina (150 g), 1/2 lata de medición de azúcar (150 g), 3 huevos grandes enteros, 3 cucharadas de margarina (60 g- ½ barra), 1 lata de leche de coco (200 ml).

Mezclar todos los ingredientes en una licuadora durante unos 3 min (la consistencia de esta mezcla será muy líquida, pero así es. Se pasa todo a un molde tipo chimenea (con agujero al centro), engrasado y enharinado. Llevar a horno precalentado a 180 ° C y hornear 40-50 minutos aproximadamente, hasta que esté firme y dorado (hacer la prueba de palillo de madera, punzando y que salga limpio. Dejar enfriar antes de desmoldar.
Luego para la cobertura se requiere de 1 lata de leche condensada, 1 cucharada sopera de margarina, 1 paquete de coco rallado (100 g). Se pone a fuego lento la leche con la  margarina, moviendo para que no se queme. Una vez que hierve, contar 3 minutos y retirar del fuego. Se barniza el pastel y se baña con el coco. Deje enfriar también antes de servir. 

picadillo lengua con plátano

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Este alimento, pertenece al grupo de carnes y las vísceras. La lengua contiene proteínas, vitaminas y minerales además de otros nutrientes como fibra, a sabiendas que incluye calorías o colesterol.
El consumo humano de lengua de vaca se remonta a muchos años atrás, cuando la inclinación por las vísceras era mayor, pero si es importante indicar que es muy alta en grasa, y que difieren textura, sabor y contenido de la punta, a la parte posterior que se le llama raíz.

En muchos países se prepara, de muy diferente manera. En Costa Rica es más tradicional hacerla en salsa de tomate con verduras. Personalmente está entre mis recetas favoritas. Y me he dado la oportunidad de usarla de diferentes formas. Siguiendo la línea de los picadillos, algo que es muy común en nuestro país, aproveché el tener plátanos verdes salidos de “una olla de carne” y los combiné con la lengua.

Para este picadillo requiere de 2 plátanos verdes, pelados y cocinados en caldo, pero sin que estén muy suaves. Una vez listos, se dejan enfriar y se pasan por la parte gruesa de un rallador o bien lo pica en trocitos pequeños.
Aparte cocine la lengua en agua con ajos, en olla de presión por 30 minutos, contados a partir del sonido de la válvula. Saque, escurra, deje entibiar y retire la capa blanca. Parta en rebanadas la lengua, incluyendo la raíz. Vuelva a cocinar en olla de presión por 20 minutos, en agua, hierbas, sal y especias al gusto. Al tiempo, separe la carne, píquela y reserve el caldo.

Fría a temperatura media con aceite en una olla, 1 cebolla, 1 chile dulce, 1 tallo de apio, comino, orégano, (todo bien picado), achiote, y añada la carne picada. Integre bien y vaya añadiendo cucharadas del caldo para que la carne tenga un grado de humedad. Mueva constantemente y después de unos minutos agregue el plátano rallado. Mezcle bien y condimente con consomé o gotas de tabasco si lo considera necesario.
Deje unos minutos más para que se tomen los sabores y antes de retirar, añada un poquito de culantro picado.  Funciona muy bien para servir “en gallos” con tortillas.
 O bien servir como plato principal con arroz y ensalada. 

pastel arroz con leche

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El arroz con leche es un postre que se luce en la gran mayoría de países, cada quien con su propia versión. Y en cada casa tenemos la tendencia a añadir ingredientes, cambiar o adaptar según nuestros gustos y preferencias.  Le invito a preparar este pastel cuya base es el arroz con leche, pero de manera que esté más cremoso, espeso (seco) no tan húmedo  y se transforma en una bonita presentación, que luce como postre o acompañante a la hora del café. Se requieren unas 3 tazas de arroz ya preparado y frio, la versión que a usted más le guste. O bien puede seguir ESTA RECETA que preparé previamente.

Requiere para la base 2 tazas de harina, 1 cucharadita de polvo de hornear (royal), pizca de sal, ¾ de barra de mantequilla ( 100 gramos), 2 cucharadas de azúcar, 2 yemas y ¼ de taza de leche líquida.

En un tazón, batir la mantequilla junto con el azúcar hasta formar una crema. Agregar las yemas y mezclar bien. Aparte cernir la harina junto con la sal y el polvo de hornear. Incorporar de a poco a la preparación anterior intercalando con la leche. Unir todo hasta formar una masa, envolver esta en plástico y dejar en refrigeración 30 minutos.
Luego estirar la masa con bolillo, ayudándose de papel encerado, y colocarla en forma circular en un molde de pastel de unos 24 cm de diámetro, ligeramente engrasado (usar mantequilla o aceite en spray).  Rociar con un poquito de azúcar moreno y verter el arroz con leche sobre la masa cuidando que la superficie quede bien nivelada. 
Combinar ½ taza de azúcar moreno (caramelo) con canela en polvo y rociar sobre el arroz con leche.  Llevar a horno moderado durante 30 minutos o hasta que el pastel esté cocido y dorado.  Puede verificar cuando los bordes están suficientemente dorados. El arroz no quedará del todo seco. Retire del horno y deje ENFRIAR completamente antes de partir.

Al cocinarse el arroz con leche se va impregnando del azúcar dando un color caramelo. Lo que personalmente me recuerda a una gran TARTARA o cocada. Una vez frio, se parte en tajadas y se sirve desde el mismo molde. 

yerbabuena con limón

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La hierbabuena ó yerbabuena  como es más ampliamente conocida en Latinoamérica es una hierba perenne de aroma fresco e intenso, por lo que también se le dice menta verde, pertenece a la familia de las Lamiaceae. Su nombre botánico es Mentha spicata, haciendo referencia a la forma de sus hojas (en latín spica corresponde a lanza) o al término espigado, aludiendo a la fisonomía de sus flores.

Su perfume hace que sirva de ambientador o aromatizante natural, el aceite contenido en sus hojas se usa para productos dentales y ungüentos para la gripe. También tiene propiedades benéficas para el sistema digestivo, colitis, y expectorante. Las abuelas recomendaban ponerse una hojita de yerbabuena sobre heridas, picazones o ronchas por las picaduras de insectos, pues ellas sabían que su uso tópico era una forma natural para curar.
Como otras hojas aromáticas también se le puede añadir en ensaladas y algunas recetas para encender sabores. Hoy les comparto esta natural bebida, que  cobra sabores intensos y terminan siendo un rico refresco y relajante al mismo tiempo. Muy fácil.

Requiere de 2 limones tipo mesino (legítimos le decimos en Costa Rica), que casi no tienen semilla, 1 ramito de yerbabuena (12 hojas), azúcar o sustituto al gusto, 1 litro de agua y unos trocitos de hielo. Pele la cáscara de los limones, elimínela y parta los limones en 4 pedazos. Colóquelos en la LICUADORA junto al resto de ingredientes y licue por 1 minuto.
Pase por un colador y disfrute de inmediato. Le rinde para 4 vasos. Un color encendido que transmite su sabor!


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