La uchuva es una dorada fruta con un sabor muy propio. No es completamente dulce, sino que tiene un ligero grado de acidez. Puede leer sobre otros nombres y más datos en este ENLACE
Se le conoce como la fruta del amor, pues parece que tiene cierto poder afrodisíaco, y no es lo mismo que fruta de la pasión (maracuyá), pero ambas inspiración pasión. Si bien la conocía desde algunos años, no le había encontrado la química para disfrutarla más que como fruta fresca. Aquí en Costa Rica se produce en clima frío y tiene un valor económico más alto, por lo que solo se ofrece en algunos supermercados. Recientemente con la apertura de las ferias orgánicas, me volvió a topar en mi camino y he dado rienda suelta a probarla en recetas. Es muy versátil y se logra integrar en salsas, ensaladas, jugos y repostería.
Hoy la he integrado en un queque, donde el color y sabor final me motivan a estrenar este Diciembre. Bien puede hacerse en molde redondo, tipo chimenea o en moldes para pan. Es una receta muy sencilla y he utilizado como base una receta de "queque de cerveza", añadiendo la fruta y funcionó muy bien. Podría experimentarse a su criterio con otras frutas – o bien omitirla de la receta y tendrá un queque sencillo y también gustoso.
Requiere 1 y 1/2 taza de azúcar granulada, 1 barra de mantequilla a temperatura ambiente (120g), 3 huevos separados, 1/2 taza de cerveza, 1 taza de uchuvas licuada, 1 y 1/2 taza de harina, 1 cucharadita de polvo de hornear (royal) y azúcar glass (polvo) al gusto.
Prepare un molde engrasado y enharinado. Precaliente el horno a 180°C. Licue las uchuvas apenas con 2 cucharadas de cerveza para formar un puré.
Vierta la mezcla al molde y hornee por unos 40 minutos, o hasta que haya dorado y se compruebe que el centro está firme. Deje refrescar antes de partir.
Luego decore con azúcar en polvo y uchuvas frescas. Aproveché la ocasión de estrenar mes y le he dado un aire navideño. Es cosa de inspirarse y pensar en alguna presentación diferente. Espero sea de su agrado.