La vainica es conocida con diferentes nombres según sea el país: poroto verde, ejote, habichuela y vainita y vainica en Costa Rica (Phaseolus vulgaris L. Leguminosae ). Varias zonas en el país se dedican a la producción y exportación de esta leguminosa. Más información en este enlace.
Cuando están tiernas, las preferimos apenas hervidas y frías en ensaladas, en vinagretas, chileras o encurtidos. Ya algo maduras, se usan en los llamados “barbudos” que es un grupo de vainicas hervidas y envueltas en huevo en pequeños grupos. También se usan de relleno para tamales, se incorporan a las sopas y hay diferentes alternativas para combinar en picadillos con otros vegetales.
Aquí les comparto unas sanas y atractivas tortas, receta de mi Hermana Ana María, quien tiene una buena mano y se luce en la cocina tanto como su trabajo de docente y matemática. Requerimos de una buena cantidad de vainicas (1 kg), tiernas de preferencia, las cuales se le eliminan las puntas, se lavan bien y se parten en rodajas pequeñas y se ponen a cocinar en suficiente agua, con el mínimo de sal. En pocos minutos estarán suaves. Se escurren y se dejan entibiar.
Aparte se baten las claras de unos 4 huevos a punta de nieve, se les añade las yemas y se condimenta al gusto. Incorpore las vainicas en la mezcla de huevos e integre bien, trabajando rápido.
Tenga una sartén con aceite caliente y vierta cucharadas de la mezcla a formar las tortas. Deje dorar por ambos lados y escurra en papel absorbente. De aquí dispone de dos caminos. Puede disfrutarlas así, servidas con tortillas en forma de “gallo” o bien usarlas como guarnición en un plato completo.
La otra opción es preparar una salsa de tomate casero y añadir las tortas a que absorban los sabores de las mismas antes de ser servidas. Una forma práctica y sencilla de disfrutar las vainicas.