La berenjena es un alimento con propiedades medicinales; ayuda a eliminar toxinas, colabora con la tensión arterial y sirve para regular el proceso digestivo. Mantiene los niveles de glucosa en la sangre y el colesterol; también se le considera preventivo del cáncer. Externamente alivia quemaduras y dolores reumáticos. En fin es importante mantenerlo regularmente en nuestra dieta.
Una vez más, destaco el temor o rechazo que muchos le dan por su amargo sabor, el cual se puede contrarrestar al tajadear cada berenjena y poner en agua con sal unos 20 minutos, o bien rociarlas con sal y dejarlas escurrir sobre una rejilla por el mismo tiempo. Las recetas donde se tienen que hornear no necesita este paso y el sabor propio de la berenjena se hace suave.
Entre las tantas opciones, les comparto este pastel tipo lasaña, usando la misma berenjena para formar capas en lugar de pasta y acompañando con verduras solamente. Corte 2 berenjenas en láminas delgadas y colóquelas en agua y sal por 20 minutos. El agua oscura se desecha y se enjuagan con agua fresca. Escurra bien y seque con papel servilleta. Rocíelas con sal y condimento mixto de hierbas.
Aparte cristalice en el mínimo de aceite 1 cebolla y 1 chile dulce picado en rodajas y tiras. Integre 2 tomates grandes, sin cáscara y picados. Añada ½ cucharadita de achiote (colorante natural), sal, ajos picados y hierbas secas. Deje formar una salsa, agregando poquitos de agua, a fuego lento hasta que se espese.
Arme en capas sobre un pyrex con mantequilla, con una base de berenjena, salsa de tomate, quesos (blanco y mozarella), repita hasta terminar con queso y sobreponga con unas pelotitas de mantequilla.
Lleve a horno a temperatura media por al menos 30 minutos hasta que seque y el queso se haya gratinado. Deje que baje la temperatura antes de servir.