El guapinol (Hymenaea courbaril), crece desde México hasta la cuenca del Amazonas, pasando por todas las islas de Las Antillas y por supuesto que está presente en nuestra Costa Rica. Como uno de esos frutos alimenticios y diferentes por su polvo amarillento y cáscara dura. El mismo árbol responsable de las acumulaciones endurecidas de resina fosilizada, llamada “Ámbar”, que no es un mineral. El ámbar es la única piedra preciosa y semi-preciosa de origen vegetal.
Ya había hecho una entrada anterior de información general (VER AQUÍ) y cómo se utilizaba en época de los Abuelos como refresco y bebida alimenticia (ver recetas). Como un aporte más de esta misma línea, les ofrezco esta versión de Atol que se disfruta como postre. Sencillo y nutritivo.
Se parten unas 10 frutas, se elimina la cáscara y se extrae el polvo de cada semilla. Cuando ya no sea fácil desprender esa harina, se ponen las semillas en una taza con un poquito de agua, se frotan para terminar de sacar su contenido. Esta agua junto con el resto de harina, se combina en la licuadora con 2 taza de leche y 3 cucharadas de azúcar. (Opcionalmente puede añadir canela en polvo o vainilla al gusto).
Luego se pasa a una olla y se lleva al calor hasta que hierva. En ese momento se baja a fuego medio y se le añade 1 taza de leche mezclada con 3 cucharadas de maicena (fécula de maíz), se mueve ojalá con cuchara de madera hasta que espese el atol.
Se disfruta tibio, que en lo personal me parece una mejor opción. Pero si el gusto lo amerita también se puede tomar ya frio como una bebida espesa.